¿Vale la pena asistir a un foro de inversión?

La eclosión de las start-up en nuestro país es ya un hecho consumado. A veces empujados por una situación laboral crítica, y a veces por el deseo de hacer realidad un sueño, centenares de personas encuentran en el emprendimiento el camino a la anhelada independencia.

Para poder tener éxito (o como mínimo no sucumbir) son necesarios unos ingredientes básicos. La ausencia de alguno de ellos nos llevará, sin remedio, al fracaso:

  • Producto aceptado
  • Modelo de negocio claro
  • Equipo comprometido
  • Financiación suficiente

En el último punto, la financiación, es donde nos centraremos en este artículo.

El dinero para sacar adelante un proyecto puede salir de dos sitios: del propio bolsillo o del bolsillo de otro.

Si vas a buscar dinero ajeno, tienes tres vías: banca (que pedirá garantías), capital público (que pide internacionalización e innovación) y capital privado.

Capital privado hay también de dos tipos: aquel que aporta el titular del patrimonio (normalmente business angels) o aquel que decide aportar un gestor de patrimonio ajeno (empresa de capital de riesgo).

Aparte de las cantidades aportadas (que suelen ser menores en los que ponen su propio dinero), hay generalmente diferencias significativas. Sin voluntad de fijar cátedra, pero con el deseo de hacerlo comprensible, el capital personal valora de forma notable el riesgo, en detrimento de la rentabilidad esperada. Por otro lado, el gestor de fondos de terceros valora la transparencia formal (el otro se la juega más a la confianza) y el “múltiple esperado de salida” (es decir, cuánto puede sacar cuando venda su participación).

¿Por qué es así? Pues tiene una explicación matemática, que se basa en las teorías de un Nobel de Economía: un inversor privado hace pocas inversiones (en relación a las que hacen otros) y tiene que minorar el riesgo de una fallida. El otro es diseminar más el dinero, conseguir compensaciones entre valores que caigan y valores que suban mucho. Esto es el llamado Método de Montecarlo (que tiene su gracia…).

Y esta gente, unos y otros, ¿cómo encuentran proyectos? Pues de dos maneras: el famosísimo boca-oreja y los foros.

Centrémonos en los foros: ¿Valen la pena? ¿Cómo se debe ir?

El foro es una feria a donde la gente va para encontrarse con gente del sector, a explicarles que sigue vivo y a comunicarles en qué posición se encuentra: inversora o receptiva.

De hecho, más que un foro, sería una especie de ágora donde vale más la pena el café que las exposiciones. Uno puede ir como ponente, cosa que está muy bien porque tienes más entrada durante el ágora, o bien como asistente raso, cosa que dificulta enlazar alguna visita si el organizador ha previsto algo al respecto.

Algunas observaciones a tener en cuenta cuando vayas a un foro:

  • El modelo de negocio tiene que estar muy trabajado y testado.
  • Si no tienes ventas, quizás no vale la pena que vayas, ya que el inversor no tiene evidencia de que aquello que has pensado funcione.
  • Escucha al inversor: los hay especulativos, los hay que quieren controlar, los que hacen de consultores, los hay… ¡de todos los tipos! Tú no eres el único que necesita alguna cosa.
  • No cargues a la gente: entre 5 y 10 minutos tiene que ser suficiente (intenta que un 30% del tiempo hable él).
  • Piensa en el next step: ¿le llamarás mañana para quedar?
  • Piensa que vas a trabajar, no a pasar el rato.
  • El inversor privado necesita confianza, y eso se percibe rápidamente.
  • El capital riesgo necesita documentación, y esto no se puede entregar en el foro.
  • La inversión privada es como ascender una montaña: primero aportaciones pequeñas y fáciles, después subidas más pronunciadas.

El foro por lo tanto, además de para encontrar financiación, te servirá como campo de entrenamiento para testar la receptividad hacia tu proyecto; para establecer contactos a quien, mañana o cuando el proyecto esté preparado, puedas enviar información; y para obtener feedback de otros emprendedores. Sé pues receptivo y ves con la mente abierta.

Solo un último consejo: si el proyecto es bueno y demuestras que funciona, encontrarás dinero. Asesórate con profesionales que cuestionen tu modelo de negocio y que te ayuden a mejorarlo, y no te centres únicamente en el aspecto financiero.

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Jordi Mercader

Emprendedor, inversor y mentor empresarial.

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