Con los años, uno aprende. Pero si pudiera volver atrás y hablar con el Jordi de 25 años —ese que intentaba abrirse camino en el mundo empresarial— le daría algunos consejos que le habrían ahorrado más de un error.
Cuando tomamos decisiones, lo hacemos con la información y la experiencia que tenemos en ese momento. A veces acertamos, a veces aprendemos.
Esto es lo que hoy, con más de tres décadas de experiencia, me diría a mí mismo.
1. Céntrate
No quieras abarcarlo todo. Hay cosas fáciles que dan buen rendimiento y cosas complicadas con resultado incierto.
Ve a las batallas que puedas ganar y no vayas a todas.
Si un cliente es desconfiado, retorcido o problemático, ni lo intentes. El mar está lleno de peces y algunos son más apacibles.
2. Busca gente buena
No solo para tu equipo, sino también como consejeros.
Quienes te aprecian te ayudarán en el camino y, quizás, te evitarán caer en pozos.
Deben ser claros y duros cuando haga falta, pero también pacientes con tu ignorancia.
3. No pares de formarte
El conocimiento es un activo que te acompañará siempre y que ni Hacienda te podrá quitar.
Saber te llevará a dudar, porque la ignorancia es atrevida. Y de la duda surge el pensamiento crítico, y de ahí, mejores decisiones.
4. Mantén una vida social activa y variada
No todo tiene que girar en torno a los negocios.
La opinión de alguien ajeno a tu sector puede darte una perspectiva distinta y valiosa.
A veces, pensar fuera de la caja no es una habilidad, sino una necesidad.
5. No muevas todas las piezas al mismo tiempo
La vida se sostiene sobre tres pilares:
– Familia o pareja
– Hogar o refugio
– Trabajo o ingresos
Si los tres se tambalean al mismo tiempo, todo se complica. El emprendedor necesita un entorno mínimamente estable para poder centrarse en su negocio.
6. Huye de la gente tóxica
Si alguien solo te aporta problemas, corta el contacto.
Con optimismo se puede afrontar casi todo. Con cenizos y desconfiados, el hundimiento es muy rápido.
Si hubiera sabido esto antes, me habría ahorrado muchos errores.
Y si tú estás empezando —o incluso si llevas años en esto—, ojalá también te sirva.
¿Tú qué consejo te darías a ti mismo si volvieras a empezar? Y si necesitas un punto de apoyo externo para tomar decisiones importantes, escríbeme y lo hablamos.